EL APOYO A UCRANIA Y LA CONTRADICCIÓN JUDÍA HACIA LOS NEO NAZIS EL FIN DEL CONCEPTO DE “ANTISEMITISMO”
Falseando la
Biblia y haciendo uso de una tergiversación histórica, el sionismo ha logrado
vincular el concepto de “antisemitismo” con el de discriminación, persecución,
maltrato y exclusión de los judíos. Nada más falso. El término semita dice
relación con quienes según el Génesis son descendientes de Sem, hijo de Noé.
Así, la identidad semita fue siempre a través de la historia un vínculo
cultural y lingüístico. Siendo así, tanto árabes como judíos y demas personas del mundo son semitas.
Apenas en el
siglo XIX se le comenzó a dar una connotación racial, cuando lo correcto sería
referir a pueblos que hablaron algunos de los dialectos que emanaban de un
origen común. No existe una “raza semita” homogénea toda vez que los pueblos
semitas (en plural) solo tenían en común un dialecto utilizado por tribus
nómadas pastorales y una estructura patriarcal.
En tiempos
recientes, el sionismo le dio al concepto un carácter racial a fin de
establecer una exclusividad que le permitiera justificar su política
expansionista, violenta y servil a los intereses imperiales durante la guerra
fría. De esta manera lograron sembrar la idea de que cualquier crítica a
Israel, era un ataque a los judíos así como una manifestación de antisemitismo.
De esta manera se trata de explicar la aniquilación de alrededor de 6 millones de judíos por parte del régimen nazi durante la segunda guerra mundial en una acción repudiable de claro contenido racial.
Pero, si nos atuviéramos a este
concepto, habría que calificar de igual manera al exterminio del pueblo armenio por los turcos, del pueblo palestino (un pueblo semita) por parte del Estado de Israel, asi como otros exterminios etnicos en muchas regiones del mundo.
No obstante
a eso, el concepto se ha extendido, concediéndole veracidad a la acepción que
el sionismo ha logrado establecer. Esta noción es a la que se le esta firmando
su acta de defunción en Ucrania cuando líderes judíos de ese país, de Israel y
Estados Unidos se han confabulado para justificar y apoyar la acción de bandas
nazis en el país europeo.
A pesar que estos destacamentos portadores de símbolos nazis han manifestado públicamente su talante anti judío, han quemado sinagogas y han destruido símbolos hebreos, el presidente judío de Ucrania, líderes israelíes y algunos de los principales dirigentes judíos de Estados Unidos como el secretario de Estado Anthony Blinken la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional y Janet Yellen, secretaria del Tesoro entre otros, han acudido alborozados a apoyar y estimular las acciones del gobierno ucraniano que está apuntalado por bandas nazis de ese país.
Usando su lenguaje, se podría
decir que estos judíos expresan el pensamiento antisemita y actúan de acuerdo a
él, con convicción y profundidad.
Ya en los
días del golpe de Estado de 2014, el grupo ultra nacionalista Sector Derecho
órgano de fachada del fascismo que incluye a los seguidores de Svoboda, Tryzub
y la Asamblea Nacional de Ucrania proferían amenazas abiertas contras los
judíos. Fusil en mano, el líder nazi Oleksandr Muzychko exponía su dogma sin
tapujos: “luchar contra los comunistas, los judíos y los rusos mientras tenga
sangre en las venas”.
A la luz de
los acontecimientos recientes es necesario conocer que en Ucrania, el sionismo
mundial en alianza con las fuerzas imperiales de Occidente ha actuado con
premeditación y alevosía. Ya en marzo de 2014, menos de un mes después del
golpe de Estado en Ucrania, el columnista del Washington Post, Eugene Robinson,
que dista mucho de ser pro ruso o amigo del presidente Putin opinaba que ante
la visita que habría de realizar a Estados Unidos Arseni Yatseniuk
recientemente designado primer ministro ucraniano tras el golpe de Estado, se
le debía preguntar “¿por qué varios ultranacionalistas de extrema derecha
tienen papeles tan prominentes en el nuevo gobierno de Ucrania?”.
En su
artículo, Robinson cuestionaba que Oleksandr Sych, uno de los tres viceprimeros
ministros, fuera miembro del partido neonazi “Svoboda” , cuyo líder había
manifestado que Ucrania durante el anterior gobierno de Yanukovich, estaba
siendo controlada por una “mafia judía moscovita”. Así mismo, recordaba que
miembros de Svoboda dirigían los ministerios de agricultura y medio ambiente
mientras que Andriy Parubiy ha sido nombrado Secretario del Comité de Seguridad
y Defensa Nacional
Vale
recordar que el propio Congreso Judío Mundial organización que tiene su sede en
New York y que se asume como brazo diplomático del pueblo judío le pidió a la
Unión Europea que considerara prohibir lo que consideraba partidos neonazis en
Ucrania, incluido Svoboda.
De la misma
manera, el periodista estadounidense asentado en Kiev, David L. Stern arrojaba
luces sobre el asunto al publicar el 13 de diciembre de 2014 un largo artículo
en la BBC cuyo solo título exponía el fondo del asunto: “Ucrania minimiza el
papel de la extrema derecha en el conflicto”. En tal escrito, Stern refuta la
caracterización como “junta fascista formada por neonazis y antisemitas”, que
ya en ese momento hacía Rusia del nuevo gobierno de Ucrania. El argumento era
que ningún partido de lo que él llama “extrema derecha” había superado el 5% en
las elecciones aunque advertía que si se hubieran unido habrían superado ese
umbral. Afirmaba que solo un ministro estaba vinculado a esos partidos y que el
presidente del parlamento era judío, pero alertaba en el sentido de que la
política ucraniana no estaba “completamente libre de fascismo” señalando que
nadie hablaba de eso para no “proporcionar combustible a la maquinaria de
propaganda rusa”.
El extenso
artículo exponía que negar tal situación permitía que los nazis pasaran
desapercibidos haciendo que los ucranianos no supieran que existen o incluso no
se sabía “qué es un neonazi o fascista en realidad, o qué representan”. A
continuación que el presidente Petro Poroshenko le concedió la ciudadanía
ucraniana al nazi bielorruso. Serhiy Korotkykh miembro del partido de extrema
derecha Unidad Nacional Rusa y también miembro fundador de la neonazi Sociedad
Nacional Socialista (NSS) en Rusia, organización cuyo objetivo, -según el
académico ucraniano Anton Shekhovtsov- era “prepararse para una guerra racial”.
A continuación, Stern pasa a explicar las características del Batallón Azov, vinculado al Partido Svoboda. Dice que “está dirigido por la organización extremista Patriota de Ucrania, que considera a los judíos y otras minorías "infrahumanas" y llama a una cruzada cristiana blanca contra ellos, luce tres símbolos nazis en su insignia: un Wolf's Hook modificado, un sol negro (o "Hakensonne") y el título Black Corps, que fue utilizado por las Waffen SS”.
El batallón Azov es la única agrupación paramilitar en el mundo que
tiene formal pertenencia a las fuerzas armadas y de seguridad de un país, en
este caso como destacamento de Guardia Nacional. Su nacimiento se remonta a la
desaparición de la Unión Soviética cuando la ideología fascista retomó fuerza
dando origen a organizaciones como Congreso de Nacionalistas Ucranianos (KUN) y
el Partido Social-Nacional de Ucrania, germen del Batallón Azov.
En este
ámbito, vale destacar el papel de Andriy Biletsky, líder del partido de extrema
derecha fascista Cuerpo Nacional, quien se convirtió en el bajo la consigna de
que Ucrania debe "liderar las razas blancas del mundo en una cruzada final...contra
los infrahumanos dirigidos por los semitas”
En su
artículo, Stern agrega que el Azov no es la única organización neo nazi de
Ucrania ya que existen más de 50 grupos de voluntarios que cuentan con apoyo
gubernamental. Menciona por ejemplo que el ministro del Interior, Arsen Avakov
y su adjunto, Anton Gerashchenko apoyaron activamente la candidatura
parlamentaria de Biletsky. De la misma manera, recuerda que Vadim Troyan, alto
funcionario de Azov y miembro de Patriotas de Ucrania, fue nombrado jefe de
policía de la región de Kiev.
Stern
finaliza su escrito opinando que él cree que Ucrania no está dirigida por
fascistas, pero afirma que “los extremistas de extrema derecha parecen estar
incursionando por otros medios, como en el departamento de policía del país”.
Al aseverar que los ucranianos están muy mal informados sobre esto” se
pregunta. “¿Por qué nadie quiere decírselo?”.
Parece
contradictorio, pero de esta manera se está gestando el fin del concepto
sionista de “antisemitismo”. En una siguiente parte seguiremos ampliando explicando mas sobre este punto.
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