
Estados
Unidos crea, impone y hace cumplir sanciones contra Rusia que están elevando
los precios de la energía en Europa, lo que empuja a las empresas europeas a
trasladarse a Estados Unidos, donde los impuestos, las normas de seguridad y
ambientales y los derechos de los trabajadores son mucho más bajos, por lo que
las ganancias para los inversores serán mucho más altas.