ATAQUE AL PUENTE DE CRIMEA EXPONE A KIEV


ATAQUE AL PUENTE DE CRIMEA EXPONE A KIEV COMO ESTADO TERROR

 

El 8 de octubre, el Puente de Kerch, también conocido como “Puente de Crimea”, resultó parcialmente dañado tras un ataque terrorista. El puente conecta Crimea con la región de Krasnodar y es extremadamente estratégico para la logística rusa, ya que es el principal punto de infraestructura de transporte entre Crimea y el resto de la Federación. El ataque estaba dirigido solo a objetivos civiles en el Puente, sin ningún vehículo militar ruso operando en la región en este momento.

 


El ataque se produjo en horas de la mañana cuando un camión pasaba por el Puente y explotó. El fuego alcanzó los tanques de combustible que circulaban por la parte ferroviaria del Puente. Actualmente, las autoridades rusas están llevando a cabo investigaciones para esclarecer los detalles del ataque y la forma exacta en que se planificó y llevó a cabo el sabotaje. Hay sospechas de detonación remota. Los daños afectaron a una parte considerable de los tramos de la autopista, pero no colapsaron totalmente el funcionamiento general del Puente de 19 km de longitud. El mismo día de la explosión, los vehículos volvieron a la circulación normal en los tramos que no fueron destruidos y se ha mantenido la regularidad de los servicios.

 


Las autoridades ucranianas se han atribuido la responsabilidad del ataque. Un asesor de la oficina del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, Mykhailo Podolyak, publicó en su cuenta de redes sociales:

“Crimea, el puente, el comienzo. Todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo lo ocupado por Rusia debe ser expulsado”.

 

En la misma línea, la página oficial del Ministerio de Defensa de Ucrania publicó:

 

“El crucero de misiles guiados Moskva y el puente Kerch, dos símbolos notorios del poder ruso en Crimea ucraniana, se han hundido. ¿Qué sigue en la fila, rusos?”.

 

Además, el propio presidente de Ucrania, Volodymyr Zelesky, escribió:

 

“Hoy no fue un mal día y mayormente soleado en el territorio de nuestro estado. Desafortunadamente, estaba nublado en Crimea. Aunque también hacía calor”, en lo que parecía ser una referencia al caso del ataque al Puente de Crimea.

 

En respuesta, varios funcionarios de Moscú hicieron declaraciones sobre el incidente. El propio presidente ruso, Vladimir Putin, comentó sobre el caso afirmando que “este fue un ataque terrorista destinado a destruir la infraestructura civil rusa crítica” y que “los servicios especiales ucranianos fueron los autores, perpetradores y clientes”.

 

En la misma línea, el jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrykin, dejó en claro que, aunque las investigaciones aún están en curso, no hay duda de que fue un acto terrorista deliberado que tuvo como objetivo la infraestructura civil:

 

“Continuamos nuestra investigación sobre las metas y objetivos de este atentado. Sin duda tiene un carácter terrorista. Esto fue un acto de terrorismo. Todos nuestros datos nos permiten sacar una conclusión inequívoca: este fue un ataque terrorista preparado por los servicios especiales ucranianos. El propósito de este ataque terrorista era destruir una gran parte de la infraestructura civil que tiene una gran importancia para Rusia”.

 

De hecho, la respuesta rusa comenzó el 10 de octubre, cuando se lanzaron ataques tácticos rusos contra Kiev y otras ciudades importantes de Ucrania. Los principales objetivos fueron puntos estratégicos como la sede de las agencias de inteligencia y la infraestructura crítica. El objetivo también era neutralizar a las fuerzas ucranianas golpeando directamente los centros de toma de decisiones.

 

El mismo día, Putin hizo nuevas declaraciones públicas, alegando que Kiev ha iniciado actos terroristas que no pueden quedar sin respuesta. El presidente ruso también enfatizó cómo el régimen ucraniano también ha iniciado acciones de terrorismo nuclear, atacando centrales eléctricas y creando riesgos de fuga radiactiva. Prometió que las respuestas rusas podrían volverse aún más duras.

 

De hecho, la operación militar especial está adquiriendo el carácter de una operación antiterrorista. El régimen ucraniano ya ha dejado claro que el terrorismo es su praxis habitual. El asesinato de Daria Dugina, los ataques a la planta de energía nuclear de Zaporozhye y la explosión en el puente de Crimea muestran que los terroristas están al frente del gobierno en Kiev.

 

En un escenario ideal, no solo Rusia sino toda la sociedad internacional se movilizaría para resolver el problema terrorista ucraniano. Pero, por el contrario, el mundo occidental continúa financiando a Kiev y apoyando estos actos ilegales perpetrados por el régimen local. En la práctica, la OTAN ha actuado como una organización patrocinadora del terrorismo al enviar dinero y armas a Ucrania. Más que eso, algunas potencias occidentales parecen estar involucradas incluso en el terrorismo directo, considerando la posible participación estadounidense y británica en un boicot a la cooperación ruso-europea a través de los ataques a los oleoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2.

 

También muestra cómo la narrativa occidental de la “guerra global contra el terrorismo” siempre ha sido un fraude, cuyo objetivo es solo atacar a países considerados enemigos. Cuando las naciones aliadas utilizan el terrorismo, la actitud de la OTAN es de apoyo, no de condena.

 

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Por Lucas Leiroz para InfoBrics

 

Lucas Leiroz de Almeida es investigador en Ciencias Sociales de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro; consultor geopolítico.

 

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